Empodérate
Cada uno de nosotros tiene un coach interior, una brújula que nos guía hacia el cumplimiento de los objetivos y sueños. Se trata del liderazgo, una habilidad para tomar decisiones que impulsan nuestro crecimiento y nos orientan hacia el éxito.
Empoderarnos de nosotros mismos implica reconocer las capacidades que tenemos y pensar cómo podemos utilizarlas para nuestro beneficio. ¿Qué tanto sabemos de nosotros? Sabemos cuál es nuestra comida favorita, el deporte que nos gusta practicar o el rubro en el que quisiéramos desempeñarnos como profesionales; pero si realmente queremos conocernos, necesitamos mucho más que esto.
Y no se trata de tener un retrato perfecto de nosotros mismos sino de pensar estratégicamente cómo potenciar nuestras habilidades. Imagina un videojuego. Seleccionamos un avatar y dirigimos sus acciones hasta llegar a la meta. En ocasiones, aparecerán obstáculos o zonas oscuras, pero eres tú el que decide cómo superarlas. Lo mismo ocurre en nuestra vida, si logramos ser proactivos y demostrar nuestro deseo por transformar los escenarios en los que nos desenvolvemos, seremos protagonistas de nuestra historia.
¿Recuerdas cuando decidiste cuál era la carrera que querías estudiar, la universidad a la que ibas a ir, las organizaciones que te interesaban postular? Como puedes ver, liderar implica tomar decisiones coherentes con nuestras aspiraciones futuras. En ese sentido, es importante tener claras cuáles son esas aspiraciones.
El liderazgo y autodisciplina lo puedes fortalecer a través de:
Planeación Actualiza y define en tu calendario qué deseas y cómo lograrlo. Si quieres focalizarte en el éxito de tus propósitos, cada detalle cuenta. Así, por ejemplo, si este año una de tus metas es realizar una especialización, tendrás que definir qué universidad es la más apropiada, cuáles son los pasos para ingresar, qué es lo que necesitas y cuál será el beneficio que aportará a tu vida profesional. Un plan de acción para cada sueño te permitirá ser un líder efectivo. | Mentalidad abierta Autodirigirse requiere que tengamos disposición para gestionar los cambios o dificultades que aparezcan en el camino. Crea estrategias, apóyate en el conocimiento de otros, enfrenta las conversaciones difíciles y sé paciente con tus procesos. Cada etapa trae nuevos desafíos y la vida profesional es uno de ellos. Tendrás que adaptarte a diferentes culturas organizacionales, resolver los retos y dificultades con flexibilidad y creatividad y enfocarte en propósitos comunes. Esto te convertirá en un líder empático e innovador. |
Confianza Convéncete de que tienes el poder de llegar a la meta gracias a tus habilidades, conocimientos y experiencia. Expresa tus opiniones con asertividad y recibe la crítica como parte del aprendizaje. La confianza te acercará a un liderazgo fuerte y comprometido. | Inteligencia Emocional Las expresiones emocionales puedes usarlas a tu favor. Así consideres que son retadoras, como el miedo o la frustración, puedes transformarlas en el motor para crecer. Acepta lo bueno como ganancia para tu desarrollo y los obstáculos como la oportunidad para empoderarte, así serás un líder consciente. |
Empoderarte es sinónimo de éxito
Un buen líder comprende, acompaña, escucha y toma decisiones. Así como lo aplicas en tu vida cotidiana, también puedes convertirlo en una competencia para avanzar laboralmente. Las empresas están en la búsqueda de talentos que no solo demuestren competencias técnicas, sino también habilidades blandas como el liderazgo.
Direccionar a los miembros de un equipo para alcanzar objetivos comunes puede ser un gran reto, pero requiere de los mismos ingredientes que ya has aprendido para empoderarte.
Cuando te empoderas tienes el timón de tu vida y no permites que otros tomen decisiones por ti. En la vida laboral, el perfil de liderazgo es la oportunidad de influir en el direccionamiento estratégico de procesos organizacionales que pueden llevarte a alcanzar logros a nivel individual y colectivo.
Un estilo de vida basado en la motivación
A lo largo de la vida tenemos momentos de gran solidez y otros en los que los planes parecen derrumbarse, pero es la motivación la que mantendrá al líder posicionado y con la actitud para hacer posibles sus metas. Se requiere de voluntad e integrar los factores psicológicos, sociales, económicos y culturales que impulsarán nuestro propósito.
Los comportamientos, al alinearse con nuestros pensamientos, se encaminan en la misma dirección que nuestros sueños. Así, por ejemplo, cuando quieres comprar una moto y sueñas con viajar en ella por todo el país, tus hábitos de ahorro y planificación deben activarse para que luego se conviertan en la base para lograrlo.
Para mantener la motivación también se requiere de un estímulo constante, pueden ser los objetivos profesionales, los planes familiares o los deseos personales. Tú, como líder, fijas las metas, las planificas, buscas posibilidades, superas obstáculos, haces conexiones, confías en tus valores e impulsas tus comportamientos.
Comienza por liderarte y será más sencillo liderar a otros. Si aún no has dado el primer paso, estás a tiempo, siempre tendrás la oportunidad de reconocer quién eres y establecer tus valores y habilidades como el motor para alcanzar cada una de tus metas.